2016, Estudios Anteriores

Eventos extremos de precipitación estival en Punta Arenas. Parte 2: análisis del evento ocurrido los días 2 y 3 de febrero del 2016.

Cinthya Bravo y Jacqueline Hidalgo

El presente estudio tuvo por objetivo evaluar la predictibilidad del evento extremo de precipitación ocurrido los días 2 y 3 de febrero del año 2016 en Punta Arenas y alrededores, junto con las condiciones de mesoescala asociadas. En primer lugar, se analizó la consistencia y confiabilidad del sistema de predicción por conjuntos del modelo global GFS para investigar la incertidumbre asociada al pronóstico del evento a mediano plazo. Conjuntamente, se estudió la variación en el pronóstico del evento a corto plazo mediante la simulación de este con el modelo de mesoescala WRF, utilizando como condiciones iniciales y de borde diversas fuentes de datos. Este análisis, además permitió conocer los aspectos meteorológicos de mesoescala que influyeron en este episodio de precipitación extrema.
Con respecto a la evaluación de la consistencia y confiabilidad del sistema de predicción por conjunto del modelo global GFS, se determinó que a mediano plazo para el día del evento existía incertidumbre en la posición e intensidad del sistema frontal y en la amplitud de la dorsal precedente, la cual, sumada a la representación deficiente de la orografía en la zona por parte de GFS, se tradujo en una incerteza en el pronóstico de la intensidad de la precipitación. Con respecto al análisis de mesoescala, las simulaciones efectuadas con el modelo WRF mostraron que el mejor ajuste se logró con una simulación 72 horas previas al evento, utilizando como condiciones iniciales y de borde los datos GFS 0.5° de resolución. Cabe destacar que, la variación en la solución del modelo WRF a medida que disminuyó el período de antelación al evento, se relacionó con un debilitamiento de la advección ciclónica en niveles medios, un secado del aire bajo los 800 hPa y a un cambio en la dirección del viento con respecto a las simulaciones de mayor antelación, pasando de NE a NO en las horas asociadas al período de mayor actividad, debilitándose así la forzante orográfica y en consecuencia, reduciendo la intensidad de la precipitación pronosticada para Punta Arenas y alrededores.